Escrito por: Fernando Obando de Langosta Arcoiris en colaboración con Lit by Lit.
Después de haber visto el explosivo debut de Emor tuve que ir al concierto siguiente casi que obligatoriamente. Necesitaba ver que aquello maravilloso que había presenciado en los resquicios del “Cuartel de la Boca y el Monte” no había sido un golpe de suerte, o una fantasía inducida por el alcohol u otras substancias. Para mi alivio y emoción el segundo chivo de Emor fue tan explosivo como el primero a pesar de las inclementes condiciones del sonido. Ni siquiera unos parlantes destruidos pudieron aminorar la presencia y energía de la banda quien tocó frenéticamente y dándolo todo a pesar de las adversidades. Ahí fue cuando confirme que Emor era algo especial.
Debo admitir que el demo de Emor me había pasado por debajo del radar, pero ahora me encontraba revisándolo obsesivamente como si estuviera buscando pistas e intertextos para empezar a generar coherencia dentro del universo de la banda. Esta búsqueda me llevo a conocer a Fabián, Laura y Bryan; siendo los 2 primeros quienes me facilitarían un mayor entendimiento del universo Emor.
Después de todo esto a la conclusión a la que puedo llegar es que “El primer demo” de Emor es un primer intento cargado de valentía por mostrar una radiografía de las capacidades, ideas y filosofías de la banda. Emor muestra con honestidad sus intenciones y raíces y si no me creen pueden ir a revisar su Instagram y leer sus diversos manifiestos respecto a “matar a sus ídolos” pero al mismo tiempo ser transparentes con las influencias que construyen cierto piso de exploración.
Si tuviera que describir en términos generales la obra diría que “El primer demo” recoge en 9 temas (1 escondido para quien consiga el demo en Bandcamp) una explosión de rock limpio que coquetea con el grunge, el new wave pop, el punk y muchas áreas de lo “alternativo” sin recurrir al cliché de la distorsión en pos de una exposición honesta, desnuda y arriesgada. Hay notables influencias de las locuras de Sonic Youth, Nirvana, Hole, L7, Nine Inch Nails, Soundgarden, Iggy Pop, Blink-182 y locales como Monte y Vicepresidente, pero al mismo tiempo una exposición de los lados más sensibles y “limpios” de estas agrupaciones; exploración que parece abrazar algunos de los principios de armonía y diversión del new pop.
La voz apasionada de Laura y Fabián, sus inquietos rasgueos de cuerdas y la retumbante batería de Bryan hacen de este demo una experiencia alucinante cuyas letras rondan entre lo directo, lo ambiguo y algo que denomino “temáticas sombrías comentadas con una sonrisa”. Con esto me refiero a que podemos encontrar momentos líricos muy variados, por ejemplo: la agradecida, apologética, repetitiva (solo usa 2 palabras) pero cautivante e hipnótica “Amo dormir” en donde Fabián pareciera repetirnos obsesivamente “gracias por escuchar, perdón por los inconvenientes… estamos construyendo el futuro” es uno de los ejemplos de simpleza que puede contraponerse a canciones como “Celesta”, la cual dicta: “Aspiro con fuerza todas las razones de mi fecundación / Ella estaba bañada en misericordia secando en el colgador / Absorbí mi excusa mezclada con ruda para desear también / Limpió las arrugas, pensó con dulzura, enséñame a complacer”. La canción viene acompañada de una voz arrastrada pero no carente de expresividad misteriosa por parte de Laura. No puedo evitar imaginar a Joan Jett fumándose un cigarrillo con Kim Gordon, luciendo una enorme sonrisa en la cara.
Sé que he escrito de más, pero la emoción que me provoca este demo me llena de esperanza ante una década que aún se encuentra en formación, pero que muestra 2 caminos claros para el rock local: desafiar una vez más al rock bajo parámetros creativos e inquietos o conformarse con el status quo en decadencia que ofrece la quimera de “la industria”. En fin, tiro una brevísima reseña de los 10 temas de un demo que espero sea financiado por alguien a prontitud para estar escuchando “El Disco Debut de Emor”. URGE.
Amo Dormir: “Gracias, perdón”. Así nos recibe Emor. Fabián lo repite frenéticamente y Laura se une a su canto mientras la guitarra nos crea un paisaje que nos deja oír ese lado “grunge” limpio de la banda, pero también sus aspiraciones atmosféricas que rápidamente nos introducen a un laberinto de secciones instrumentales que va creciendo hasta llegar a un clímax que desemboca en rasguños (literales) de las cuerdas para generar sonidos agudos. Podríamos contestarle a Emor: Gracias, por tanto, perdón por tan poco.
“Virgen de Cloro”: Después de una apertura enérgica, la banda apuesta por mantenernos con atención y nos presenta en la voz principal a Laura Ester. Los contrastes llegan. Laura parece una encarnación espiritual rabiosa pero zen de Kim Gordon y Kathleen Hanna que genera un complemento perfecto a la voz de Fabián. Esto sin duda llena de vitalidad y frescura el ambiente, es aquí cuando Emor empieza a demostrarnos que su paleta de colores es variada. Para reforzar este argumento, notamos también aquí la diversidad lírica: (Demasiada suavidad / Para siempre pavimentar / Toda la necesidad / Cuando no hace falta pensar… para besar el cloro). Las letras se vuelven más ¿enigmáticas? ¿Oscuras? Laura mencionó en el segundo concierto que esta canción la hizo pensando en la virgen. Diría que necesitamos explicaciones, pero quizás esta es la belleza de Emor: nos permite fantasear en sus letras, no pretenden atarnos siempre…hay libertad en este campo de juego.
Ojos de las plantas: Enérgica, divertida y rara en sus propios términos. Un track que nos demuestra que Fabián también le gusta apostar por explorar su voz para convertirla en una textura más de la obra. Destacan las líneas de bajo aletargadas pero harmónicas, los juegos de voces con Laura y quizás uno de los cierres en donde la sensibilidad de Emor sale a relucir con más naturalidad.
Me das vida: Acústica, perezosa y casi melancólica. La unión de las voces de Laura y Fabián al final se convierte en el punto alto del track.
Armonía Descremada: Quizás mi canción favorita del disco. Entretenida, pop, pegajosa, frenética. Con una sonrisa inocente que parece una seducción cínica (Logré acostarme con la plenitud / Como estaba calva quisiera un día cremoso / ¿Quién eres tú? Estrella porno) Armonía descremada inicia relativamente “calmada”, como si nos alentará a pegar pequeños brincos y bailar, sin embargo, este baile se termina convirtiendo en éxtasis (¡Estoy colgando en el vientre de ella!) nos grita Laura, mientras los armónicos de la guitarra empiezan a chillar debido a la violencia del rasgueo. ¡Éxito!
No Pero Sí: Me atrevería a decir que es una canción espiritualmente emparentada con “Armonía descremada”, formando junto a esta el punto más alto del demo. El frenesí y la rabia se intercalan con la harmonía y breves descansos para generar un track espectacular.
Hermana siamesa: Corta y extraña. Tal vez Emor no concuerde conmigo en esta interpretación, pero ahí va: cuando escucho “Hermana Siamesa” no puedo dejar de tener una pregunta retórica en mi cabeza ¿Qué pasaría si a Cobain le hubieran pedido hacer una versión aún más cruda, siniestra, acústica y cínica de “Polly”? Bueno. Saldría algo así. (“Nuestra generación cree que ser añejo… es nuevo”) ¿Auto-crítica? ¿Dilema a futuro? ¿El track más flojo del demo o el más fuerte? Solo el tiempo lo dirá.
Dios es una mujer: Aprovechándose del momento calmo de Hermana Siamesa, “Dios es una mujer” aparece escurriéndose sigilosamente en el demo. Fabián con una voz de ensueño canta despacio: “Mujeres son Dios en la vida, aunque tengo miedo de decirlo / ¿Cómo es que se dice, te tengo miedo?” El patriarcado busca reprimir a quién se da cuenta de algunas verdades, pero aquí el miedo y confusión terminan siendo canalizados en una dulzura ligeramente inquietante que nos prepara para el cierre del demo.
Celesta: Con pesadumbre grungera pero misteriosamente flotante cortesía del slide de las cuerdas en el riff principal, Celesta se convierte en una pieza que parece estar conteniendo su rabia o posicionamiento. La canción se siente extrañamente inconclusa, pues pareciera que la estructura de la canción no logra resolver más allá de su coro, el cual hacía el cierre termina siendo atado como un animal salvaje al que logra domar en su repetitivo riff final (¡el cual es el mismo del principio!). ¿Podría haber sido de otra manera? ¿Un breve momento de impasse? No digo esto necesariamente como algo malo, pues supondría que es parte de la provocación. ¿Y ahora hacía dónde? ¿Qué hacemos con las tensiones y dinámicas que vimos a lo largo de las piezas? ¿Si así cierra el demo… cómo empieza el álbum? Preguntas retóricas pero entretenidas. Dicho esto, Celesta es una buena canción.
¿Qué la pasa a mi almohada? / Yacer en suelo firme: El bonus track oculto con el que recompensa Emor a sus compraderes de Bandcamp (lindo detalle). Un track que a mi parecer funciona como “música de elevador” o “de espera” pervertida, juguetonamente por las guitarras de Emor con el fin de decirnos: “quédense con la banda. Si estamos yaciendo en el suelo firme es porque estamos pensado nuestro próximo movimiento, esto va en serio y va a ser grandioso…”.