Banda costarricense de metal sobresale por sus riffs rápidos y pesados
Una combinación entre la cultura japonesa, la subcultura del metal y mucha brutalidad, son algunos de los adjetivos que pueden describir a la joven banda Goat Rider.
La banda costarricense de Black Speed Metal, está conformada desde el año 2019 y fue una gran sorpresa el año pasado para el nicho del metal nacional. Motivos de los cuáles están plasmados en los materiales que han lanzado entre el año 2020 con High Speed From Hell y el presente año con Tsundere.
En primera instancia es una banda que tiene influencias old school del género, un género el cuál se vuelve un poco complicado para muchos, pero aquí está la diferencia con Goat Rider, pueden mover a cualquiera. Para su último trabajo Tsundere, se enfocaron muchísimo más en una temática japonesa.
Sus riffs son de nunca parar, son rápidos y pesados, la banda en este material logra hacer que toda la agrupación se haga presente, cosas esenciales como la batería que le da un cuerpo típico del género a las canciones, hasta la voz con un tono muy característico del conocido black metal de la primera y la segunda oleada.
Hay un momento especial del disco y es con Too Fast For You y es ese inicio con un silbido y una entrada muy fuerte del riff principal, que hace recordar muchísimo la esencia de lo que es tener una banda en vivo.
Se hablaba de la temática japonesa y su importancia dentro de este material, pues a lo mejor entre muchas de las cosas que tocan hay una en especial y es del Harakiri que en resumidas palabras es un ritual japonés que ellos realizaban por cuestiones de honor.
Ese tipo de cosas hacen que Goat Rider en la actualidad se diferencie de muchas bandas. En cuanto a producción nos dejan una enseñanza de que un trabajo sencillo pero hecho con muchas ganas, puede generar impacto y puede sobresalir.